Tecnología
Inteligencia artificial ¿inofensiva o peligrosa?

Inteligencia artificial ¿inofensiva o peligrosa?

La idea acerca de que los robots súperinteligentes nos quitarán el trabajo va acrecentándose. No es tan extraño sentir cierto miedo de que las actividades que uno realiza a diario con diligencia en su lugar de trabajo sean completa o parcialmente reemplazadas por un robot que en mediano plazo sale más económico. Entendamos que esta histeria colectiva no es nueva, la hemos tenido con la revolución industrial hasta casi recién con el nacimiento de internet, también con la hegemonía de servicios en la nube y la acelerada automatización.

La inteligencia artificial ha ido adaptándose a las vivencias y necesidades de los últimos siglos, influenciados indirecta o directamente por contextos políticos y sociales.

En el siglo XX, ocurrieron siete hechos clave:

  1. En 1920, se introdujo el término robot, por el escritor checo Karl Capek en su obra R.U.R. (Rossumovi Univerzalni Roboti).
  2. En 1936, el filósofo-matemático Alan Turing crea la máquina inteligente capaz de rebuscar patrones de letras y palabras para descifrar a Enigma.
  3. En 1939, Westinghouse Electric Corporation presenta a Elektro, un robot que camina, habla y fuma cigarro.
  4. En 1950, Isaac Asimov publicó la obra Yo, robot, donde plantea las tres leyes de robótica:
    1. Un robot no debe herir a un ser humano ni, por su inacción, permitirá que un ser humano sea herido.
    1. Un robot debe obedecer las órdenes indicadas por los seres humanos, excepto si estas entran en conflicto con la primera ley.
    1. Un robot debe protegerse a sí mismo, siempre y cuando no entre en conflicto con la primera o segunda ley.
  5. También en 1950, Alan Turing crea la prueba de Turing, el cual permite identificar si una máquina dispone de un comportamiento inteligente igual al del humano o muy diferente.
  6. En 1966, llega el primer robot móvil inteligente del mundo, Shakey, creado por el equipo de Charles Rosen. Excepcional proyecto que abordó las investigaciones en robótica, visión computacional y lenguaje de procesamiento natural; que fueron bases para los dispositivos autónomos actuales.
  7. En 1998, la Dra. Cynthia Breazeal del MIT, presenta KISmet, un robot que puede distinguir y simular emociones humanas.

Notamos como a lo largo del siglo pasado, esta cooperación humano-máquina ha sido crucial en el avance de los nuevos dispositivos inteligentes que cada día van facilitándonos nuestras tareas cotidianas.

Cooperación humano-máquina

Nuevos proyectos de simbiosis humano-IA, tienen como finalidad ayudar a las personas con enfermedades congénitas, cerebrales, parálisis o lesiones degenerativas, para que así logre disminuir considerablemente la brecha de obstáculos en este tipo de pacientes. Este avance es sumamente importante, porque todo parece indicar que la confederación humano-máquina se irá solidificando y perfeccionando en los próximos años.

Woman touching a smart technology holographic interface

 “[La IA] debe ser diseñada para complementar a los humanos y para mejorar sus capacidades, pero nunca para sustituirlos por completo;… [por lo que] surgen desafíos relacionados con el consentimiento, los sesgos, la explicabilidad y otros factores que pueden poner en duda la ética y transparencia de estos Sistemas e impedir que tengan la necesaria legitimidad para expandir su uso.” -Marcelo Cabrol

IA, aliado del humano

Revisemos los aspectos positivos de la IA que ya son o serán parte de nuestra vida:

  • Alto nivel de ciberseguridad, disminuyendo los riesgos de ataques cibernéticos de una nación o región.
  • Diagnóstico temprano de enfermedades en el ámbito de la medicina. Esto es profundamente importante, porque logrará que los tratamientos sean altamente efectivos. En caso de las enfermedades desconocidas, se podría comparar y tratar basado en las que ya se conocen.
  • Detección temprana de desastres naturales, y generar alertas inmediatas a ciudadanos.
  • Mejora en la seguridad ciudadana, logrará reconocer a tiempo los actos ilegales que transcurren por las calles. Por supuesto, que con la ayuda de dispositivos como cámaras y sensores (IoT).
  • Optimizar tiempo con las actividades rutinarias en casa. Los dispositivos como la alarma, hervidora de agua o cafetera, foco de luz, e incluso la terma de la ducha estarían sincronizados solo por el hecho que han aprendido cuáles son nuestros hábitos.
  • Ciudades inteligentes efectivas, donde la transformación digital se adapte a la cultura de la ciudad y del país.
  • Detección inmediata de plagio en los exámenes de instituciones educativas. Como también, gracias a dispositivos inteligentes, puedan escudriñar el ritmo de aprendizaje del individuo y así, la enseñanza sea más provechosa.
  • Transacciones digitales transparentes, como lo hace la tecnología Blockchain. Claro que aquí hay otros temas que abordar como la descentralización de una entidad bancaria que la regule y el exceso de energía que consume.
  • Autos o buses inteligentes, que conozcan y se acondicionen a las preferencias del conductor y/o pasajero.
  • Recrear escenas con rostros y movimientos humanos con el perfeccionamiento del deepfake.

Posibles Regulaciones para que la IA sea una realidad

Revisando las regulaciones que ya se publicaron en ciertos países y continentes, considero como principales:

  • La IA debe ser transparente, explicable, efectiva y equitativa.
  • La IA debe estar basada en las necesidades económicas, sociales y políticas del país o región.
  • La IA debe contribuir al humano en la adopción y desarrollo de nuevas tecnologías.
  • Debido a los avances continuos de la IA, las políticas y regulaciones deben estar en constante renovación.
  • Los ciudadanos alfabetizados digitalmente, empresas tecnológicas y personal especializado en tecnología del gobierno, deben estar en persistente colaboración para definir las mejores acciones en el plan de ejecución y mejora continua de la IA.
3D rendering artificial intelligence AI research of robot and cyborg development for future of people living. Digital data mining and machine learning technology design for computer brain.

En síntesis, la IA puede convertirse en nuestro aliado para complementarnos y mejorarnos como seres humanos y al mismo tiempo, descomplicarnos los trabajos actuales, para poder enfocarnos en nuevas investigaciones, y por qué no, en nuevos proyectos para el futuro venidero. Sin embargo, no hay que bajar la guardia y estar atentos a nuestros gobiernos, investigadores, y empresarios por lo que puedan lograr con la IA. Aplaudir o negarse rotundamente, según sea necesario.